Hojas de otoño ᵈᵉ ᶜᵒᶜᵒᵃ

— Sabes.... Creo que no estás viendo lo que tienes a tu alrededor. 

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La chica albina fijó sus ojos en ti. La misma se encontraba sentada sobre el pasto, apoyando su espalda en contra de la pared. 

Su tono de voz era tranquilo, pero a la vez se escuchaba bastante decaída, parece que algo le preocupaba. 

— Responde... ¿Por qué la gente no puede detenerse a escuchar como corre el río? ¿Alguna vez han visto el oleaje de los arboles moverse al compás del aire? 

De alguna manera, las palabras de la kitsune te pesaban un poco. ¿Alguna vez lo habías hecho? Me refiero a... Tomar unos cuantos segundos de tu día, para ver eso. 

— Es triste, la gente regularmente no se detiene a notar estas cosas. Pero te contaré algo, así que ven. Puedes sentarte junto a mí. 

La chica dio unas palmaditas a su costado para que fueras a tomar un lugar a su lado, parece que quería hablar, y tener una charla profunda contigo en ese momento. 

— Mira, allá. 

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Ha señalado un pequeño río que estaba a poca distancia de ustedes. Gracias a estar bajo una sombra, el lugar se veía con menos luz. 

— Como puedes ver, el agua corre y corre, también hay animalitos que pasaban por ese lugar, algunas ranas y sapos, pequeños peces, las aves se acercan para beber al igual que otras pequeñas criaturas, aunque quizás también lo han hecho las grandes. Algún caballo que cruzó por aquí, o un grifo, quizás una quimera del lugar. 

La chica explicaba esto mientras te miraba con unos ojos llenos de ilusión, estos mismos brillaban al igual que lo haría la noche estrellada. Igual que lo harían cientos y cientos de estrellas. Sus orejas de zorro se encontraban caídas, aún estaba algo desmotivada. 

— ¡Oh! ¡Por ahí! 

Nuevamente, señaló en otra dirección, así guiando tu vista hasta el nuevo lugar que indicaba. 

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Claramente indicaba un árbol. 

— ¿Estás viendo como las hojas caen lentamente? O, mejor dicho, los pétalos de las flores con que cuenta aquel árbol. 

La pequeña kitsune, ha soltado una pequeña risa mientras miraba el escenario con una sonrisa en el rostro. Quizás te parecía absurda aquella conversación, pero obviamente ella quería llegar a un punto. 

— Quizás lo sepas, o no... Pero yo soy una kitsune, o también conocidos como espíritus protectores del bosque. Tenemos un lazo un tanto especial con la naturaleza. 

La chica agregó esto mientras se encogía de hombros, seguido a eso, te miró directo a los ojos. 

— El bosque... Algunas veces es ignorado. Muchas veces nadie se detiene a pensar en lo lindo que es, cuando las hojas de otoño caen, cuando la nieve se hace presente, cuando el lago se congela, o cuando las flores salen. Parece que es algo que todos conocemos, pero nunca nos detenemos a verlo bien. ¿No te parece triste? 

Las palabras de la kitsune, eran en cierto punto, verdaderas. En realidad, si nos ponemos a pensar lo que dice, son bastante ciertas. Por lo menos si tu no lo hacías muchas otras personas lo iban a hacer, ignorarían la belleza que tiene la naturaleza. 

— Quizás ya esté delirando, he pasado tanto tiempo en el bosque que hay cosas que he visto y parecen irreales... Mira, por allá hay un pequeño amigo. 

Extrañamente, no señaló con la mano, pues parece que no quería llamar la atención de aquello a lo que se refería, sin embargo, para que guiaras tu vista hasta el lugar que la albina quería, guió sus ojos a donde tenías que ver. 

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Así, apreciaste a dos figuras un poco regordetas recorrer el pasto, cerca del lugar en el que estaban. 

— Regularmente no escapan de mí, pero la presencia de otras personas les pone un poco nerviosos... He intentado hablar con ellos, pero no les entiendo, parece que aún necesito práctica. 

La chica soltó una pequeña risa nerviosa y acarició su cola, la cual, tenía sobre sus piernas desde el momento en que tomaste asiento junto a la misma. De un momento a otro, levantó rápidamente una oreja, pues obviamente escuchaba algo más cerca de ustedes dos. 

— Shhhhh.... Shh.... Parece que ha llegado uno. 

Tras unos pequeños segundos después de que te pidiera que guardaras silencio, se ha levantado y dado la vuelta rápidamente, señalando a una nueva dirección 

— ¡Mira! ¡Antes de que escape! 

https://bit.ly/2Q6qdQq

Parecía que tus ojos podrían estar engañándote, pero no era así, acababas de ver a un pequeño ser con forma humanoide corriendo, y antes de desaparecer de su vista, ha girado para verles un momento. 

— Es difícil que ellos aparezcan, regularmente no lo hacen. Quizás pasaron a saludar porque estás aquí. ¿No? 

La chica tomó una pequeña rama rota que contaba con algunas hojas que estaba en el suelo, nuevamente se sentó sobre el pasto y guió la rama hasta su rostro. No había motivo para hacerlo, pero de alguna forma, su rostro expresaba tranquilidad. 

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— Regularmente no menciono este tipo de cosas con la gente. Hay tantas cosas hermosas que pasamos de largo que es triste, nadie ve como queda el rocío sobre el pasto, o como queda sobre una telaraña, tampoco hablan sobre la escarcha en invierno, ni un poco sobre el aroma de la lluvia. Mi corazón late rápido mientras detengo mi vista en ellos, ¿Me habré enamorado? Quizás, y quizás no. No creo que sea posible enamorarse de... La belleza de la naturaleza. Lo más probable es que sea por mi relación con la misma. 

La chica parecía desvariar, pero, su tono de voz era seguro. A pesar de que sus palabras sonaban como una locura, ella las creía. Creía todo lo que mencionaba. La albina se posicionó a tu lado nuevamente, y con una sonrisa en el rostro, soltó un ligero bostezo. 

— Siempre... Ha sido hermosa. Y ahora nadie la ve. 

La chica cerró por unos segundos los ojos, y de un momento a otro, estaba dormida. La paz que le generaba el bosque, era increíble. Pero no sólo el bosque, en general, parecía que le apasionaba la naturaleza, y no temía a decirlo a los cuatro vientos. Por la manera en que hablaba, parecía que había entablado amistad con diversas criaturas del lugar, aquella kitsune, sólo quería que abrieras un poco los ojos, y te detuvieras, aunque sea un minuto, a ver lo que te rodea.

Notita:

Esta historia la escribí hace tiempo, me tomó y trabajo teniendo en cuenta que el lector se supone es participe de la historia y hago un acosa extraña. Pero bueno, experimentar un poco nunca está de más., y como ya se habrán dado cuenta, tiene cositas de fantasía. También pido una disculpa por el uso excesivo de las imágenes, es que para este cuento las consideré muy importantes.

Greguería #10

La estrella fugaz corre para no llegar tarde a su reunión en otra galaxia.

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- Atte: El conejo lunar

Las crónicas de Dimitry Atai

Las crónicas de Dimitry Atai

https://bit.ly/2zCMhI6

Alto, apuesto, fuerte, genial, caballeroso, honesto, doblemente genial, ágil, dedicado, ¿Hablo de mí? Claro que sí. 

Soy Dimitry Atai, y ahora les contaré mis increíbles historias... Pero antes... Deben conocer mi pasado no tan noble. 

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Ｃａｐｉｔｕｌｏ 

１ 

υn ιмвécιl de вυen corazón 

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– ¡Atai! Maldito cobarde, ¡Regresa y no escapes de tu destino! – Mientras que los gritos del viejo Tsubaki resonaban a través de todo el lugar, me he dedicado a correr y esquivar a todos los que intentaban apoyarle. 

– Viejo, necesitas hacer más ejercicio – me he burlado mientras seguía corriendo. Era como estar en una corrida de toros, enormes masas de carne intentaban detenerme a toda costa. 

Mientras me escabullía entre aquellas manos que con tanta furia intentaban atraparme, he tomado otras dos frutas de diferentes puestos de comida. ¡Esto les encantará a los chicos! 

He corrido hasta que mis piernas no daban más de si, parece que por fin perdí a ese grupo de ancianos. A paso lento me he dirigido hasta la casa en donde me encontraba con aquellos vándalos, mis mejores amigos. 

Una casa que no se encontraba en su mejor condición, hasta estaba abandonada y un poco alejada del pueblo, pero bueno, eso no importa. 

– He llegado, me extrañaron ¿verdad? – Oculte la fruta detrás de mi, agarrando dos manzanas con una mano y un plátano con la otra. 

– Ve a joder a alguien más Dimitry – Después de escuchar eso, hice un puchero. 

– Puedes admitir que me amas, Michiru – le he sonreído a la chica, cuyos ojos simplemente me barrieron. Esos ojos que tanto me enloquecían, poseedores de un color verde esmeralda que resplandecía con tanta fuerza. 

– Y tu puedes saltar del puente, ¡Oh! Espera... No importa cuantas veces te arroje de éste, siempre regresas – Es un amor, aunque no lo demuestre casi nunca... O bueno... Nunca. 

– Ya dejalo Michiru, es un buen chico – El rubio me ha apoyado y para mi sorpresa, para mi sorpresa, MI chica le hizo ojitos, ¿Qué le ve a ese engreído? 

– Tsk, tomen – Le arrojé una manzana a Michi¹, y el plátano a Hiroshi, por ser un chimpancé. Me senté en el suelo de la casa y le di una mordida a la manzana que quedó en mi mano. 

— Nunca aprecian lo que hago por ustedes, desagradecidos — He pasado mi dedo por la mejilla, disimulando que era una lágrima cayendo de ella. La hermosa chica poseedora de ojos verdes, cabello largo, lacio, y obscuro, me ha mirado detenidamente, uff, esa mirada tan fría podría hacer temblar a muchos, pero a mi, solamente me causa un ligero escalofrío y cierta excitación. 

— ¿De quién lo tomaste? — Preguntó el rubio, sus ojos color ámbar se detuvieron en mi por unos segundos, y después a la manzana a la cual le había soltado una ligera mordida. 

— Eso no importa, lo que interesa es que traje algo más que ése horrible arroz. — No pude evitar hacer una mueca de molestia, él sabía lo que teníamos que hacer para sobrevivir, no era mi culpa. 

— Atai, no podemos quedarnos así. Mira a Michiru, mirame, y termina por mirarte. Hemos pasado tantos años en la calle que robar se nos hace fácil, pero no es lo que tenemos que hacer, no es lo correcto, ya crecimos, podemos buscar algún trabajo digno. Iniciar en... Algún templo, en cosechas, y demás. — Hiroshi habló, detestaba que fuera así, a pesar de que tenía razón, no quería escucharlo. Si comenzábamos a trabajar, nos tendríamos que separar, ya no sería lo mismo, me mantuve callado mientras seguía comiendo mi manzana, Michiru hacía lo mismo, solo que esta nos observaba, pasando sus ojos por cada uno de nosotros cada cierto tiempo. El rubio soltó un suspiro, y salió de la casa dando un portazo. Quizás le hice enojar un poco... Quizás. 

— Sabes... Él tiene razón, no podemos seguir así, no tenemos ni una pizca de dignidad. — La dulce voz de la chica, hizo que guiara mi vista hacia ella. Su rostro se veía... Apagado, ya no mostraba su enojo tan hermoso, sólo una mirada... ¿Decepcionada? 

Intenté hablar, pero las palabras simplemente no salían de mi boca. Resignado, mordí mi labio inferior y desvié la mirada. 

Después de unos incómodos y aparentemente eternos minutos en silencio escuché como Michiru, igual que el rubio, se levantó de su lugar, y se fue, el sonido de la puerta cerrándose fue apenas perceptible. 

Bajé la mirada y observé la madera de la casa, parecía que en cualquier momento esta misma cedería, una casa abandonada en sus peores momentos, olía a humedad y las tablas rechinaban en cuanto las pisabas, algunas, ya se habían llegado a romper, y obviamente nos hemos lastimado cuando eso sucede. De verdad vivimos en una pocilga. 

He dado un ultimo bocado a mi manzana, ya no podía comer más de la misma, he colocado una mano en el piso para después impulsarme y levantarme. Seguía sumergido en mis pensamientos. 

Desde que tengo memoria, los tres, hemos estado juntos, sobreviviendo en éste tiempo tan difícil, robando kimonos, comida, todo lo necesario para sobrevivir, tengo miedo a separarnos, a que las cosas entre nosotros se lleguen a distanciar, no podría con ello, al final de cuenta, son mi única familia. 

¿Estaré siendo egoísta? 

Supongo que si, pero no puedo evitarlo.

Los recuerdos han invadido mi mente, como corríamos y gritabamos por el pueblo, molestabamos a los ancianos, cuando nos gastábamos una que otra broma pesada, los días en que aún podíamos bañarnos en el lago. Todo eso se ha terminado en su mayoría, no quiero que todo se pierda, me duele pensar que algún día se perderá. 

Pero... Supongo que es inevitable, las cosas cambian con el paso del tiempo, y tendré que aceptarlo de alguna u otra manera, es hora se cambiar, por ellos, y por mi... Aunque si soy honesto conmigo, sé que lo hago más por ellos. 

Me levanté murmurando un poco entre dientes, y después de hacer eso, sacudí mi kimono, retirando el polvo que se había quedado por culpa del suelo sin limpieza de la casa en que vimos. Después, fui hasta la puerta y la deslice, para así ver a los dos chicos, el rubio, se encontraba con una hacha partiendo en dos pequeños troncos, mientras que la morena, estaba con una caña de pescar en el río que se encontraba al lado de la casa, ahora que lo pienso, quizás ésta casa fue abandonada por las épocas de lluvias, los ríos tienden a elevarse mucho, y hay marcas en las paredes que indican eso. 

Sin decir nada, me fui acercando a Hiroshi, tomé otra hacha, y fui ayudándolo, el rubio esbozó una sonrisa triunfadora, lo cual, hizo que me enojara, pero no mencioné nada. Simplemente, pasé el día ayudando al rubio, hasta que el sol se metió, y cayó la noche. 

— Oigan chicos, hoy tuve suerte, conseguí dos peces para cada uno. — La voz de Michiru hizo que nos detuvieramos, yo solté un gran suspiro y me estiré, mientras que Hiroshi acarició su nuca, los dos estábamos adoloridos, y aliviados por terminar. 

— Hay que entrar y cocinarlos, si los hacemos por aquí, puede que un lobo o zorro se acerque por el olor. — Como un último esfuerzo, comencé a recoger los troncos que había estado cortando, para así cargarlos, pues con esa misma leña íbamos a cocinar lo que acababa de conseguir. 

— ¿Zorros? Ellos son de buena suerte, si se acercan, podría que el Dios Inuri nos estuviera dando una señal. — El rubio se acercó y tomó algunos de los troncos que cargaba, así para ayudarme, lo que dijo, ocasionó que soltara una risa burlona hacia el chico. 

— Luego dicen que soy el inmaduro. ¿Sigues creyendo en las leyendas del Dios Inuri y sus kitsunes? Vaya, parece que tienes 10 años menos — Mientras pasaba a mi lado, le solté un ligero codazo, mi tono de voz había cambiado un poco, al igual que el gesto de mi rostro, ahora tenía una sonrisa en mi rostro y mantenía alzada una ceja. 

— Oye, no subestimes las creencias del pueblo. Dicen que más al sur, en las profundidades del bosque, si te pierdes y sigues sin rumbo por el bosque, podrás encontrar el templo del Dios Inuri. — Miré a la chica de reojo, su mirada estaba llena de un brillo tan hermoso, lleno de ilusión, que no pude decir nada más. Hablaba como si nos contara un secreto, bajo para que sólo nosotros la escucharamos, mirando alrededor para asegurarse de que no había nadie más, parecía una niña. 

Entramos a la casa, preparamos todo y hemos hecho un curry de pescado, lo sé, no es que suene muy bien, pero sabe mejor de lo que se escucha. Acompañado de arroz, hemos cenado como reyes. Ya llenos, cada uno ha retirado su futón, y como era de costumbre, dormimos en la misma habitación, pues, no es que la casa sea muy grande, era de una sola habitación, en esa misma dormimos, cocinamos, y nos cambiamos. 

Aquella noche, soñé con un zorro blanco. Quizás las fantasías de mis compañeros comienzan a afectarme.

Notita:

No me juzguen mucho :,c hace tiempo que había escrito esta cosita, y de paso lo pongo por aquí. Si lo disfrutaron me alegro mucho <3 y si es de otra manera... Ya mejoraré al escribir, algún día. 

Recuerdos turbulentos

No entiendo la razón ni el "¿Por qué?", pero siempre, sin falta alguna ni descanso asignado, cuando cierro los ojos para dormir... Las cosas que cruzan mi subconsciente...

Lo que vive en mis sueños... Son recuerdos, recuerdos apenas visibles y confusos.

Con miedo e indecisa, me acosté en mi cama en el dormitorio de las chicas, tras haberme bañado y colocarme una camisa blanca simple como pijama, el olor del shampoo me tranquilizaba, al igual que el del detergente en mi única prenda, sin embargo... Lo inevitable pasó, y logré conciliar el sueño en poco tiempo, más de lo debido.

Como siempre, iniciaba bajo el agua, un agua turbulenta donde no se podía ver hacia afuera por lo agitada que estaba, y pequeñas corrientes de agua arrastraban consigo tonos rojizos ¿De quién será ésa sangre?

Cerré los ojos atemorizada, no deseaba saber de quien era la sangre ni como su cuerpo era capaz de abandonar tanta de esa substancia roja.

Al volver a abrir los ojos... Mi entorno había cambiado, pero seguía con la sensación de seguir bajo el agua, aún estaba dormida.

Giré la cabeza, para encontrarme con muchas maquinas que mostraban mis signos vitales.

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La habitación en la que me encontraba era extrañamente blanca, todo era de ése color, tanto blanco en lugar de tranquilizar, me preocupaba.

La televisión que había sobre una mesa, tenia unos subtítulos que podía leer con facilidad.

Alemán, el idioma de los subtítulos era ése, comencé a leer de ellos sin darme cuenta, quizás mi sueño me ayude a aprender más de mi.

"Un trágico accidente ocurrió en las instalaciones Jeager, es una tragedia, más de 500 personas murieron y solamente 10 sobrevivieron, con grandes heridas, las que cambiaran su manera de vivir de una manera estrepitosa..." La chica en el televisor anunció esto de una manera fría y sin gesto alguno en el rostro, ¿Cuántas noticias malas ha de haber anunciado en toda su vida? ¿Le será fácil decir todos esto? La televisión se volvió confusa, ya no veía bien los subtítulos y poco a poco se escuchaba menos la voz de la mujer.

— Señorita, tenemos que hablar con usted — Un hombre irrumpió en mi habitación, estaba acompañado de otros dos señores, todos iban con trajes obscuros y muy arreglados, me parecía tan rara esa situación.

Intenté hablar, pero de mi boca no salieron las palabras, cuando me dispuse a sentarme, había algo que no coordinaba en mi.... Mis brazos no los podía apoyar en contra de la cama, de hecho, no siento mis brazos.

Bajé la mirada, y para mi sorpresa, parte de mis piernas no estaban, al igual que mayoría de mis brazos.

De mis brazos, solamente podía apreciar mis hombros, y de mis piernas, de rodillas para abajo había desaparecido, no quedaban rastros de ellos.

Volví a cerrar los ojos con fuerza, deseando que al volver a abrirlo, estos estuvieran de nuevo.

Para mi sorpresa, al volver a abrirlos me encontraba de nuevo en la cama de los dormitorios, así que de alguna manera, había servido, por lo menos volvía a contar con mis extremidades, aunque no las sentía en absoluto, las tenía. Empapada en sudor no pude evitar sentir punzadas en mi cabeza y corazón, intentando recabar la información de lo sucedido en mi sueño, esto terminaba alterándome de más.

¿Quiénes eran esos hombres?¿Qué pasaba después?¿Cómo perdí... Mis extremidades, y cómo conseguí las que tengo actualmente?

Miles de preguntas rondaban mi cabeza mientras que el sudor frío recorría mi nuca, estaba temblando, pero ¿Por qué temblaba? No sentía miedo, ni preocupación, no sentía nada.

Lentamente abracé mis piernas, el frío metal tocando mis muslos me causó la famosa situación de "piel de gallina".

Necesitaba a alguien, alguien en quien confío y a quien quiero, necesito un apoyo.

Tomé mi celular y dos contactos me detuvieron, ¿Ellos vendrían?

Sin más, me dediqué a llamarlos.

— ¿Sucede algo? — En un par de segundos su voz se hizo presente, una voz cálida que calentaría al ser humano más frío del mundo.

— Y-yo... Les necesito — Mi voz salió con dificultad, me costaba admitir que necesitaba el apoyo de alguien más.

Notita:

Ya tiene tiempo desde que escribí esto, es parte de la historia de un personaje que hice hace aproximadamente dos años. Algún día voy a mejorar en cuanto a mi manera de escribir <3

Recomendación anime #1

Recomendación anime: Koi wa ameagari no you ni

https://bit.ly/2Fu9zoO

Sin lugar a duda, uno de los animes más refrescantes que me he encontrado en un buen tiempo ¿La razón? Bueno, a pesar de ser un anime de romance plantea un entorno y una relación poco común dentro de esta categoría, además de que nos deja descansar de tantos clichés de las animaciones japonesas. A continuación, les presentaré un resumen sobre la trama que acontece esta serie nipona:

Tras una grave lesión en el talón de Aquiles, Akira Tachibana se ve obligada dejar el equipo de atletismo donde resaltaba a gran medida gracias a su impresionante velocidad mostrada en la cancha. Después de su partida encuentra un local donde pide empleo, un lugar que no queda tan cerca de su hogar, pero, que tiene algo que otros establecimientos de comida no podrían ofrecerle; El hombre del cual se enamoró, Masami Kondo de 45 años de edad, gerente del restaurante. ¿Cuál es el problema entre ambos personajes? Bueno, Akira sólo cuenta con 17 años, siendo apenas una estudiante de preparatoria, y así encontrando un gran abismo en cuanto a las edades de cada uno. ¿Esto será un impedimento para los sentimientos de Akira? 

Después de la lluvia, viene la calma.

Bueno, bueno. Personalmente es un anime que se sale de lo que regularmente veo, o de lo que regularmente encuentro dentro de la categoría de romance. No es tan meloso como lo que acostumbro, sin embargo, la personalidad de Akira junto a ciertos comportamientos de el señor Masami me derritieron el corazón. Akira presenta una actitud aparentemente rígida, pero al estar cerca del señor Masami se deja llevar por completo… Por lo menos hasta que es descubierta con ciertas acciones un tanto extrañas. El señor Masami, bueno, algunas veces es fácil intuir lo que siente, sin embargo, también tiende a ser un tanto complicado, pues en varias circunstancias prefiere callar en lugar de expresarse, dejando así alguna que otra brecha que más adelante se cerrará, ya sea por sus acciones, por comentarios que suelte, o por sus mismos pensamientos. Un rasgo que me agradó mucho del señor Masami es que este es un gran fan de la literatura, y además tiene un gusto secreto que sólo dos personas conocerán a través de la historia, de las cuales una de estas personas es Akira.

Dejando de lado la historia, hablaré un poco sobre la animación que presentó el anime y el estilo de dibujo, que, sin lugar a duda, cautivó mis ojos desde el primer momento, a excepción de cierto rasgo. La animación fue realizada por el Wit Studio, uno de los estudios de animación que más me han gustado, pues han llevado a la pantalla animes como Attack on Titan (todas sus temporadas, ovas, y películas), Kabaneri of the Iron Fortress, Mahō Tsukai no Yome, entre muchos otros. Sin embargo, algo que en un inicio me resultaba algo conflictivo era el estilo de dibujo presentado sobre los rostros de los personajes, sentía que no encajaban mucho, más que nada porque sus rostros me recordaban a Sailor Moon, serie la cual no termina de convencerme gracias a su estilo de dibujo.

En resumen, lo recomiendo por los suspiros y las risas que puede llegar a sacar. Gran animación y muy digerible, pero, advierto de una vez; Tendrán que leer el manga, pues por ahora sólo hay una temporada, y su final no me terminó de convencer.

Les dejaré el enlace del primer capitulo subido en AnimeYT, AnimeID

Maldito periódico ᵈᵉ ᶜᵒᶜᵒᵃ

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Hace poco más de un año, ocurrió una tragedia por las providencias del sur. Pues una masacre arrastró con todo un pueblo que vivía en dichos bosques. 

Los policías especificaron que no se encontraron sobrevivientes, y llegaron al lugar tres días después del incidente, encontrando un escenario terrorífico; En el sitio de los acontecimientos, todo el pueblo había sido asesinado, y las casas habían sido destruidas. 

Hoy, en la ciudad; se va a colocar un altar en forma de recordatorio hacia la gente que vivía en aquella aldea, y se celebrarán sus costumbres al rededor de todo el día. Creando un homenaje dirigido hacia ellos. 

Aún se sigue buscando al grupo de delincuentes que ocasionó esa catástrofe. Si tienen información y datos confiables sobre lo acontecido; Por favor, llamen a las autoridades. 

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Tras leer la nota en el periódico, mi enojo se hizo notorio. Ya que, al terminar de leerlo, en un abrir y cerrar de ojos ya había hecho cenizas el periódico entero. 

Sentía tanta impotencia y rabia. 

La vez que hablé con las autoridades sobre lo ocurrido, me mantuvieron vigilada seis meses, me daba miedo salir de la casa en que estaba viviendo junto a Leyla, pues me consideraban como una posible sospechosa. 

"Los zorros son astutos, no creas en sus palabras", "Intenta engañarnos", "Es un truco barato en el que no vamos a caer"; Ese tipo de cosas, logré escuchar cuando me encontraba con ellos. 

En un arrebato de furia, tomé todos los periódicos que habían llegado para después destruir la hoja donde venía aquella nota, los policías mienten, no pueden creerles a alguien que es de una raza diferente, que no son humanos. Dicen adorarnos, y respetarnos, cuando nos discriminan por ser distintos, por ser demonios o ángeles, por tener fuerza y habilidades. 

Lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas, ¿Por qué nunca me creyeron?, ¿Por qué no investigaron más lo que había pasado? La impotencia de lo ocurrido, me dejaba temblando y con esa sensación tan asquerosa, la que me hace sentir débil ante ellos. 

Yo, después del segundo día, en que fui rescatada. Regresé antes de que los policías llegaran, pues tomaron cartas en el asunto hasta en la noche. Y sin darme cuenta, perdí el control durante toda la tarde. Estando herida, y en un estado completamente desconocido para mí, arrase con los escombros de todo el pueblo. 

Me convertí en un zorro enorme, y ataqué a todas las casas; en parte, es culpa mía que el pueblo quedara así. Y por igual, incendié parte del bosque con mi fuego fatuo. 

No recuerdo mucho de aquella vez, pero de alguna manera me sirvió a calmarme un poco. 

Al final, cometemos estupideces cuando estamos hasta el límite, ¿no? 

Bueno... Esos tres días, fueron mi limite. 

Día uno; el asesinato de todo mi pueblo. 

Día dos; La espera de alguien que me ayudara, alguien que al final, logró encontrarme. La preocupación por regresar, y encontrar a mis amigos o familia en un estado irreconocible para mi. 

Día tres; Recordar lo sucedido, ver las secuelas, y quebrarme lentamente. La sed de venganza que invadía a mi cuerpo débil, terminó por volverme un ser que jamás había conocido. 

Las memorias, me bombardeaban. Y dolía, dolía tanto que mi corazón y mi cabeza parecía que iban a explotar.

Este gif yo lo hice, diré que es muy malo por ser uno de los primeros que hice

Nota:

Lo escribí hace dos años, no puedo decir que he mejorado, pero lo haré <3